jueves, 6 de junio de 2013

Consejo 4

Si su adversario está demorándose mucho para enrocar, trate de conseguir que el rey permanezca cuanto más tiempo mejor en el centro.
Una de las maneras más usuales de hacer esto es controlar una de las casillas por las que tiene que pasar el rey.

Mantener al rey en el centro vale, la mayor parte de las veces, el sacrificio de un peón.

Con ello se consigue que las posibilidades de ataque sobre el rey se amplíen, al quedar desguarnecida, normalmente, la barrera central de peones, que suelen estar en las filas 3, 4 ó 5 cubriendo la zona central del tablero.

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