En ajedrez, se llama defensa siciliana a la apertura
que resulta después de las jugadas iniciales 1.e4 c5. Debido a que las
blancas abren el juego con el peón de rey y las negras no contestan con
la misma jugada, se la considera una apertura semiabierta.
La defensa siciliana debe su nombre al hecho de que en el siglo XVIII Jacob Henry Sarratt divulgase que el inventor de la defensa era el siciliano Pietro Carrera. Se la consideró una defensa menor hasta que Luis Charles de la Bourdonnais la empleó con éxito en su encuentro contra Alexander McDonnell en 1834. Su espaldarazo definitivo lo obtuvo de los grandes campeones de la segunda mitad del siglo XX.
Goza de un gran prestigio entre los jugadores de cualquier nivel
debido a su carácter agresivo, a la flexibilidad de las posiciones que
otorga y, de manera significativa, al hecho de haber sido adoptada por
varios campeones mundiales. Las diferentes modalidades de esta defensa
dan origen a heterogéneos planes de ataque y contraataque, de ahí que la
defensa en sí haya sido subdividida siguiendo la historia de su riqueza
conceptual y de los jugadores más famosos que la han popularizado, o
incluso, de los lugares en que por primera vez apareció alguna idea
relacionada. Se encuentran así la Najdorf, la Scheveningen, la
Sveshnikov (o Pelikan), la Dragón, y la Paulsen, entre otras.
Planteamiento
La idea principal de la Defensa Siciliana es, por parte de las negras, contraatacar en el centro del tablero con un peón lateral desde la primera jugada. De esta manera, si las blancas quieren recuperar el dominio de la casilla d4,
deberán realizar el cambio con el peón central de dama, cosa que suele
ocurrir en muchísimas de las variantes abiertas de esta defensa.
Las negras, al mover su peón de alfil dama y dejar semiabierta la columna c, prácticamente están obligadas a realizar el enroque por el ala de rey. Como contrapartida, consiguen numerosas posibilidades de ataque por el flanco de dama y dicha columna sirve de corredor para las torres en el medio juego.
No obstante, para conseguir movilizar el centro, es necesario
controlar la casilla d5, a lo cual se opondrán las blancas. A cambio de
presentar desventaja posicional en el centro, las piezas blancas tienen
gran libertad de movimiento, y pueden organizar fuertes ataques contra
el negro, tanto en el ala de rey —preferentemente— como en el de dama.
Eso sí, las blancas no deben esperar a ver qué hacen las negras, cuando
estas lancen el ataque será demasiado tarde, y deben tomar la
iniciativa.
Las negras suelen aprovechar la columna c semiabierta colocando una o
ambas torres e incluso la dama. El punto fuerte c4 suele ser
aprovechado para colocar un caballo muy molesto. No obstante lo dicho,
son muchas las variantes y las ideas estratégicas diferentes que
aparecen en cada una.
Línea principal
1.e4 c5
1.e4 c5
Línea principal 2.Cf3
- 4.Cxd4
- 4. .. Cf6
- 4. .. Dc7
- 4. .. d5
- 4. .. e5 Variante Kalashnikov que sigue habitualmente con 5.Cb5 y
- 5. .. d6
- 5. .. a6 Variante Lôwenthal
- 4.Dxd4 Cc6 5.Ab5 Ad7 6.AxC6 Axc6 7.Cc3 Cf6 8.Ag5 e6 9.Td1 Ae7 10.0-0 0-0 11.Tfe1 Da5 y las negras han igualado con facilidad.
Nota: Encuadramos este artículo dentro de las aperturas
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Defensa_siciliana
No hay comentarios:
Publicar un comentario